Febrero del 74

En el toque del asiento enzarzado en cien columnas de los distintos momentos, esos que de locura pasan a ser sentimientos, de la más fría dulzura… a las llamas de un infierno. En los cientos de mentiras que pedalea tu cuerpo al hablar con ataduras, incomodando los tiempos de respuesta a mis preguntas por estar tu mente lejos… muy lejos… enzarzada en pensamientos de quizás otra aventura. ¡Lucho!… quiero la ternura, que recupere tu aliento de amante que perdura… que asienta... fuertes los cimientos, los que esgrimen tus pinturas cuando enseñan poco a poco los bocetos, borradores de ti… impuestos con argumentos. ¿Peleo? mi pregunta desayuna cada día que levanto la cabeza y la pisas… con cuidado de rompérmela por dentro, pero pocos saben… la locura que se apodera de mí cuando tengo claro… lo que quiero.

Varios meses sin dormir, duermen las sensaciones las ganas de comer…de reír condicionan conclusiones. Varias vueltas por ahí, encima y debajo del agua… donde solo pude ver la sonrisa de tu falda. Varias veces en el coche me acompaña la canción que solo habla de ella desplumando mi colchón. Varios meses sin poder ver cómo sana una cama, cuando consiguió ser la que cambió mi aura. No consigo descansar tengo revuelta el alma necesito perdonarme y así aprender a olvidarla. Hace un año me salvó y ahora no tengo calma…

Me preguntaba… si querrá volver a verme y contarme sus andanzas de pacientes y tenientes y de luces en sus faldas. Me preguntaba… si después de sus viajes querrá mirarme a la cara y contarme como fueron… como eclipsó la playa. Me preguntaba… si delante de una caña querrá observar mi alma, que de gris a blanquecino ha desteñido amarga. Me preguntaba… si la espera a ese tiempo no apagará las llamas, que tanto costó encender y poco costó apagarlas. Me preguntaba: si la vida da segundas o los errores las matan, y si mirar hacia el mar me ayudará a creer… que este tiempo de fé hará que me la traiga.

Estos días tan pesados… de mirada extraviada en pensamientos cruzados: de recuerdos de la infancia, y texturas de sonrisas provocadas por salchichas y perfumes de habanos achuchados con abrazos, añoradas carcajadas contagiosas de mi tía. En estos días tan pesados… echo un pulso a la muerte: y la empujo de mi Abuela que pelea y pelea en hospital decadente, porque siempre quiso ver… como le gana a la gente, y aunque hoy yo la despido por si le gana la suerte no puedo dejar de pensar… que la quiero para siempre. En estos días tan pesados… me agarro a un clavo ardiente: que es el de poder volver… a escucharte, comprender, apoyarte y quererte… En estos días tan pesados: esperando la llamada de la vida o la muerte.

Monotonía II Poco a poco, brazo a brazo, recoge las redes que engordan su barco. Devuelve al mar lo que sabe… no vale, juez y verdugo se enfunda su yugo, con quien regresará… cansado de quien todo le da y de las madrugadas… deciden marcharse pensando en la amada que a estribor…a lo lejos…ven siempre imaginada. ¡Vamos gran Marinero! ¡Pescador de las olas! que a eso no te gana nadie pues las recoges todas, astillando la barcaza que llora… se hunde y llora con lamentos de motores que te acercan cada hora hacia ese pequeño que tanto y tanto añoras. Los ojos van descubriendo como se pinta el puerto, el agua va pincelando tu vista y los momentos de tiempos de juventud, diluidos en los vientos perdidos sin gratitud, arrugados por tus dedos que exteriorizan salud, curtidos por los recuerdos. Por fin llegas… a tiempo, dolido por todo el cuerpo, queda por amarrar este barco y tus deseos, que sabes no cambiará… ni el mañana …ni tormentos de olas que astillaran tus co

Sigo el color del perfume que me tiñe tu camino, pongo la mente en blanco recorriendo por instinto fulminando tentaciones, recreándome en sabores que dan paso a explorar… viejos mundos perdidos. Sigo el sabor de tu piel que me marca el recorrido, que tiró al váter la ley y me mantuvo escondido, detrás de cien cafés, mil botellas de vino, dos mil de whisky escocés y de cien mil cigarrillos. Veo muestras de fe en lo que hago y en lo que digo, quien me iba a decir… que volvería a nacer que encontraría una cena, un lugar y un sentido, donde un día no pude…no quise ver porque de tanto beber… siempre estaba dormido. Ayer dejé de perder, fui gravemente herido, pero esas huellas en la arena son las que yo he seguido, aunque las intentaron borrar ni yo… ni el alcohol ha podido, me salvaron de morir sin haberte conocido.

Arrastrado por corrientes de pensamientos insultantes …e hirientes, de corte impersonal de altivos descendientes que viven del qué dirán y desestiman a la gente por como vienen y van. Enzarzado en la lucha contra lo que realmente sientes, pensativo y fugaz escuchas lo que percibes como vacío… banal, enrocándote en la torre donde ves las cabezas de calvicie inteligente. Abocado al fracaso de lo que emprenderás, destinado a caer y volverte a levantar, en tu espalda cansada…las heridas del pasado no te dejan correr, ni trotar…ni siquiera perdonar. Cicatrizan las rodillas cuando vuelves a resbalar, esta vez es otra cosa la que te hace tropezar, con espinazo dolido por el peso del azar, ensangrentadas las manos… te vuelves a incorporar. Esculpido por los golpes que perfilaron tu rostro maravillas las almenas a las que das sentido, al esconderte en sus muros helados y toscos apilados por heridas, levantados con caídas. Te deseo mejor suerte “mi querido amigo” que

En el marco de ventana asomada una sonrisa, nerviosismo exaltado de felices zapatillas que saltando de puntillas me saludan desde arriba, dibujando en fachada, pincelando su alegría. En el filo de una puerta se dibuja una sonrisa, despertando en mis adentros una cálida premisa que oculto en mi saliva y sonrojadas mejillas enseñando sin quererlo sentimiento y cosquillas. En el paso de pasillo me ilumina una sonrisa, que corretea a galope hacía cuello de camisa agarrando y besando lo que fuerza mi derrota atacando y esposando mi voluntad rota. En abrazo caluroso y entre besos de mordidas y escondidas pasiones ilumina tu sonrisa, bajando mis pantalones desabrochas mi camisa forzando mis opiniones que ralentizan la prisa. En oscuras bendiciones de multitud de caricias, entre toques de algodones y suavidad contenida, consigo ver las siluetas que por fin me dan la vida deslumbrado con y siempre por tu bonita sonrisa.

La imagino despertando una noche de verano, empapada en sudores de calores cincuentones y de antiguos pensamientos escondidos y lejanos despertados por la culpa y recuerdos señalados. La imagino transluciendo su figura en un engaño, esculpida por artista, cincelada en el mármol, entreabriendo una puerta, agarrando su rosario que no suelta porque sabe que a Dios ha engañado. La imagino con insomnio de pensamientos cruzados, entregada a su presente… desvelada por pasado, que borró cual delincuente que se esconde en su mente y que va contracorriente desoyendo a sus amados. La imagino asomada al balcón de acantilado, con mirada al firmamento retorciendo su condena, los ojitos embocados en un cielo estrellado, soñadores de momentos… de los míos figurados. La imagino en el infierno de las sedas y palacios, enmarcados en la vida de quien abre sus espacios, ella observa como duerme peleando con su vientre que le habla, que no miente, que le dice…se arrepiente. L

Ella duda de mí cuando no estoy presente creo que entiende por qué a veces soy diferente porque empaparse de mí y mis antecedentes se ha tenido que mojar, aunque crea diferente la manera de actuar cuando me encuentro ausente. Ella me quiere anclar, pero deja que me enfrente poco a poco a mis miedos, a la fobia que poseen los vicios que quiero olvidar y ser gente corriente, sus manos me hacen sanar lo que me envuelve la mente. Ella espera por mí y le pido que me espere, que no cambie de rumbo y que navegue de frente, sé que rodeo despacio, serpenteo a su encuentro, solo rezo que paciente me rescate mis adentros. Ella merece todo, lo mejor de lo que tengo, sabe que poco soy, pero tengo mis momentos, eso sí... llenos de todo, repletos de placenteros mimos y sortilegios, de algo que se afianza y embruja con caricias, su sonrisa y su talento. Nado lento hacia ella, sé que voy poco derecho, mientras... se queda quieta, esperando movimientos que le impulsen a lanzar

Arena bañada por olas empeñadas en borrar los pasados, en planchar las pisadas de la gente, de niños, de castillos, de personas embalsamadas. La ola con rabia se lleva promesas y escupe verdades que en el mar se dejan, expresando con furia su imponente…razonable queja. El invierno le hace fuerte como el niño que berrea y se enrabieta por lo suyo que se llevó la marea. Rabia de niño azulado que pierde fuerza… cansado al llegar la primavera y duerme siempre a mi vera al amodorrarlo el verano. ¡Grita niño azulado! devuelve todas tus penas, provocadas por los hijos que no recuerdan apenas, que la vida tú le diste y tú algún día puedas robársela cuando quieras.

Creo que alguien entenderá, espero que alguien me entienda al expresar lo que siento y enseñar mis vergüenzas, cogidas por alfileres cosidos con la destreza de quien empieza a escribir y desnuda sus problemas. Espero que al leer mis textos alguno que otro sienta, transmitirle sentimientos y que el lector los comprenda, haga suyos mis lamentos y felices mis empresas, desventuras, aventuras, mis amores y torpezas. Espero que alguno guste y disfrute estos poemas… de amor y desamor y de otros muchos temas, que los sienta como suyos y le quite alguna pena, que por dentro lo revuelva. Espero que una persona o dos al ver mi piel se entere, lo que quiero al no tenerla, lo que tengo cuando tengo, lo que falta cuando quiero, que no rompo mis murallas, ni con él, ni con aquella y al vivir lo echo todo encima del que me lea.

El día que yo muera evitarme campos santos y los lloros y lloreras, no habléis de tristes cantos ni cantadas ni peleas, de gracias ni borracheras, elegantes momentazos o ridículas carreras. El día que yo muera ahorraros bonitas flores y gastaros en cervezas, brindar por los rincones donde sudan mis proezas, convertiros una noche en todo lo que se quejan, los que piensan que sus vidas son lo que deben serlas y se ríen de las otras, amarrados a sus correas. El día que yo me muera quiero veáis de cerca, como vuelan mis fuerzas, como flotan y bucean como tiñen los mares y se funden con arenas. Ese día quiero veros como siempre en la guerra, de las risas de batallas que resuenan en conciencias, en las piedras de los sitios y los bares de las plazas y concurridas canteras, de castilla, de levante, de morenas y gallegas, de faroles y lunares… susurrados, escondidos, ocultados en cien cenas.

Desciende del carro que le lleva al huerto, prefiere parar…reposa un momento, el fuerte empedrado le rompe los huesos, y debe labrar y regar su huerto. Con fuerte tesón retoma su sitio, aprieta las riendas, fustiga a su Lucio matando su ego y amor despacito, revienta por dentro saltito a saltito. Desmonta del carro, desciende el camino que abre en su huerto y llena el bolsillo, con cuatro mil perras que engordan su silo y dan a la rueda vueltas sin sentido. Después de diez horas con sol de castigo, recoge su arado y bebe su vino, un trozo de pan, otro de tocino le inyectan la fuerza… retoma su sino. Le esperan dos horas de viejo molido de solo escuchar a Lucio y sonidos de noche cerrada y fríos motivos que esperan en casa con caldo perdido. Desmonta su carro con candil sombrío, empuja a su Lucio a establo vacío cepilla su pelo hablando a su oído, calienta su lomo con manos cortadas de sol y rocío. Despierta con beso el sueño perdido por años de cosas que

En el agua de la fuente que emana de esa montaña refresco y mojo el sudor que llevo pegado al rostro, sacudo de golpe el calor pesado de mis entrañas y bebo con el rubor que tiene un sediento tosco. En el agua del asfalto estancado en esa acera veo bailar los cuerpos de la gente hacia la hoguera, de sus vidas estresantes de trabajos en peceras, movimientos mareantes que enloquecen a cualquiera. En el agua de ese estanque donde reman con fronteras, busco desestresarme engañando a mi mollera haciéndome creer que empieza…comienza el verano, sueño mientras paseo agarradito a tu mano. En el agua de la mar que vive en mi levante me mojo de arriba abajo y sumerjo unos instantes, la sal se agarra a mí como si del mar huyera y hace flotar mi cuerpo un día de primavera. En el agua de la lluvia que rompe con la dentera, con la rabia de saber… mojará mi cabellera, tropiezo con la ilusión…la sensación de estar vivo de saber que mi afición no morirá contigo. En el agua en que ayer sumergí mi corta v

El mirar como me miras me hace doblar las rodillas, al rozar sin querer tu mano, noto como se clava un clavo que atraviesa mis costillas. Todo lo demás no existe es mundano, banal… es triste, yo solo a ti te busco, nada del mundo entero ni oro, ni plata, ni dinero, eso me sobra… no lo quiero al oírte decir... te quiero. El verte, mirarte, olerte, rozarte, tocarte, cogerte, sentirte, abrazarte, amarte… todo hace girar la rueda arrancar los días, sin ello no sabría... no podría, tengo la enfermedad y sin ti no viviría. Un bonito día soleado se convierte en frío y gris si no estás cerca de mí, el no verte es sentir… como muero torturado por una distancia dañina, verdugo de la ignorancia del que está enamorado.

Veintidós de febrero de mil novecientos setenta y cuatro, ese es mi nombre grabado en mi piel, mis canas, en neuronas dañadas por un tiempo crispado de buenos instantes y malos momentos que tengo olvidado. Mes bonito por un signo que me tiene siempre ahogado, aunque siempre he respirado, consigo salir a flote, a veces el destino, otras por ser un zote, consigo subir al bote de un destino preparado a base de tormentas que me empujan con su azote. Día de dos patitos que a su madre van pegados tienen que madurar y a golpes han madurado, la cabeza siempre alta… ahora van agachados, ven como el amor a palos les ha domado. Presente presentado con ojos de niño, de día de recién nacido o mejor dicho renacido, porque nacer nací ese día y ese día he fallecido, volviendo a retomar la vida pero con otro final que parecerse... Dios dirá si es parecido. Veintidós de febrero de mil novecientos setenta y cuatro, año en que nací, día en el que empecé a morir… Espero esté

Aquel tren de mil novecientos noventa y cinco, cercanías rojo que recorría pueblos peinaba con fuerza montañas y apeaderos donde nunca paraba… estaban muertos. No imaginaba que perdería tanto el tiempo, que uno de estos días me mojaría por dentro, con lágrimas que matan y sanan al momento, hierven y evaporan en mi infierno. El dolor merma poco a poco y a veces reapareciendo, menos mojado, lo seca cada paso que doy, tengo la intuición de que me irá mejor, que no me he equivocado, las decisiones que tomé han mejorado mi ser, persona, como… niño madurado. Aquel tren de mil novecientos noventa y cinco cercanías rojo… descarriló mi juventud, no iba a ningún lado, corría hacia el engaño, se encaminaba al desierto, terminaba en mi salud. Me alegra haberme bajado… aunque no quería, me han empujado caí en marcha y me he levantado, esperaré tranquilo a que llegue otro, no tengo prisa hasta que venga voy caminando, mientras tanto… lo andado me lo he ganado.

Sonrisas activadas que pasan a carcajadas después de una pizza y tres cervezas ganadas a una noche prendida por una luna sesgada, mirada a mirada sonrojas tus mejillas diciéndome… mandando, dándome permiso para acercarme y tocar tu mano, con la incertidumbre que siento cuando del todo no esta claro. Palabras enredadas con risas provocadas, por nervios situados en falsas mascaradas, intenciones que siempre han sido claras cuando una y otra…siempre, cruzamos las miradas, forjando la premisa que narra esta cruzada. Respondes a mi entrada con fuerza y aliviada, terminan las palabras y empieza la batalla, los labios no ríen, chocan… besan… mojados sabores de rubor liberado, instante ebrio de tiempo parado por algo que empieza, que estaba anunciado. Mirada a mirada nos han alistado en esta batalla que estaba ganada, mantener la posición sin duda… lo más complicado, aunque ahora no pienso … disfruto el momento de lo conquistado.

Buceando en tu cama, respirando su olor, descubriendo sabores que despiertan pasiones, sentimientos pasajeros de momentos viajeros en un cuerpo aventurero de movimientos, de nuevas complicadas excitantes posiciones. Navegando en tu cara con dos labios que señalan y fijan las reglas de las respuestas… de señales que indican pasar a la siguiente fase, esas que cambian de signo, que varían de clase al girar, al saltar de sentido y modificar mis apuestas. Nadando Por tu casa descubriendo tu nevera rebuscando en la despensa que cocinar, se me junta el desayuno con el tiempo de almorzar, de modo que cojo fuerzas para seguir a tu vera. Braceando en el sofá dando tiempo a descansar dos cuerpos agotados pero que quieren más, necesitan el contacto y no quieren parar, solo quieren estar juntos sobrando lo demás. Andando hacia la puerta, mis pies la pisan con lamentos, no quieren, se resisten, les duele perder… separar aunque sea por momentos, la lucha impulsiva del cuerpo a cuerpo.

He querido dormir enrredado en sus pestañas, incluso pienso en morir arropado en sus entrañas. Es una sensación... que te pierde en la inconsciencia, ver con ojos de niño... el volver a la inocencia. Explorar un nuevo mundo más antiguo que la tierra, ver vida en cada rincón, vivir de nuevo una guerra. Soñar como un pescador luchó en una tormenta, o ver como la luz del sol en el azul del mar revienta. Ver como la fauna saluda a tu camino, y te enamora del mundo, de este mundo submarino. Quiero que si me muero me esparzan desde el hondo, que se mezclen mis cenizas y se posen en el fondo. Formar parte del mar engullirme en su belleza, y así poder terminar para siempre mi tristeza.

En la hierba verde de primavera mojada del rocío de la mañana perfumada de sierra marinada junto al camino que va a tu vera. En la ria de las posadas bañada por las barcazas, cubierta de las miradas de gente acomodada. En el verde de las charcas rellenas de mil aguas, aguas que caen del cielo y dibujan en su palma. En la nube dibujada de forma imaginada, en un cielo despejado rojizo como la lava. En un mar reposado de colores diversos, en uno mareado relleno de mil vientos. En el gris del asfalto derretido del calor, humeante en la distancia y cercano en su olor. En todos sitios veo lo bonito que es vivir, es lo que creo…. razones para seguir.

Se que dentro de mí ha cambiado algo no se si es el ver las cosas calientes, ver de otra manera la vida, las flores, los niños, el como me mira la gente, miradas raras, miradas impertinentes han pasado a ser completamente… diferentes. Es cuestión de mi mismo, lo es de mi mente, veo serenidad, algo que no tenia, Me faltaba, se que es algo que me absorbía me secaba, consumía, era una vida gris sin ningún sentido, dirección, ni alegría. Ayer me di cuenta, que mirar al pasado, es lo que me tenía agarrado a una celda gris y sucia, de la cual liberado, pienso que me he equivocado, que no merece la pena perder más de un tiento, en perder más el tiempo, en cortarme las venas, sino en vivir el momento, y crear un futuro aunque no será fácil, seguramente duro, compensará… merecerá la pena. El sentarme al sol, notar el calor de sus Instantes, disfrutar la luz que desprenden Sus cientos de variantes, es algo que no veía, no lo notaba, ahora dora mi piel, antes… me la quemaba teniéndome que es

En la lluvia de ayer me dejé mi camino, el agua lo borró solo queda un hilo desde el que se colgaron con fuerza, mis cinco sentidos. En la lluvia perdí también el reloj que me media los tiempos, que me guiaba y decía que hacer en cada momento. En el día de ayer le lloví los vientos, a esa mujer... por la que hoy lamento el no saber querer... lo que ves, es lo que tengo. En la lluvia de ayer ahogué mi sufrimiento, lo hundí en el charco que me dejó sin aliento, sin lágrimas y tus momentos.

Te miré a los ojos fijamente y rebusqué en mi mente el significado de lo que veía, no supe ver, porque no creía en lo que yo conocía. El engaño continuado de tu mirada hace que no crea nada, que todas las veces que se mojó, todas aquellas que mintiendo lloraba ha hecho verte de forma desconfiada. Veo en ella enfermedad como el que mira a un ciego por mucho que los miré solo vi tu soledad, ganada, reflejo de tu maldad. Lo que vi en tu mirada no era amor, ni cariño, era pena, por haber tirado al suelo, a la calle, a los bares mi vida, mi alma y mi clero. Yo no quiero ver más dentro de tu mirada solo quiero mirar… solo quiero asentar mi corazón en calma.

En el roce del viento el olor del rocío en el calor definido de un julio tardío. En la mirada de un gato, el sabor de un buen vino y cuando de la nada aparece un amigo. Esto son algunas cosas que me hacen sentir vivo. La lectura del ayer que te presta un buen libro, el perfume de mujer que se quedó conmigo. La mirada del mar desde un árbol caído, el abrazo del mar, en su fondo escondido. La amistad de verdad, confesar a un amigo, hablar con una amiga… eso me da abrigo. Estas pequeñas cosas me hacen sentir vivo. El Sentarme a mirar, ver el campo hundido, mirar como quema el mar Desde un rincón perdido. El placer de cocinar, la cara de un ser querido al Romper el envoltorio del regalo recibido. La sonrisa de un bebe, charlar con mi romero, soñar con navegar en mi barco...mi velero. Estas cosas y alguna más, me hacen sentir vivo.

La soledad es un sentimiento que tienen las personas que hacen las cosas mal, eso es lo que decía una persona querida, ahora sé que equivocada pues hacer lo que debía lo he hecho, y aunque podría hacerlo mejor, se que obrado bien , lo he hecho, pero ese sentimiento sentirlo...lo siento. La soledad es un sentimiento que viene y va, que trae el viento, que va y viene y lleva el tiempo, tiempo de compañía, nuevo amor y sentimientos. La soledad es un tormento que lo cura la amistad, un sabor, un aliento, una conversación, un café, la mirada de un silencio. La soledad es un sentimiento que tienen las personas que hacen las cosas mal y bien, pero se lleva mejor si las cosas bien se han hecho.

Son sencillos, grandes, pequeños, peludos, calvos, complicados y sencillos, algunos llenos, otros más vacíos. Son altos, gordos, flacos, alegres, algunos más, otros serios, más o menos, pero todos y en todos veo a mis amigos. Con unos juego, con otros río, con estos cómo, con todos bebo y llenan mi vaso vacío. A todos y son muchos, les estoy agradecido matar mi soledad y encaminar mi destino es para recordar que el que tiene y da, es buena gente y mejor amigo. A todos, a algunos mucho a otros poco, por todos brindo y a todos digo, que sin vosotros nada tendría sentido. Una vez un conocido me dijo que en una mano le cabían sus amigos, a mi me faltan más manos con las que apretar las suyas y brazos con los que abrazar y decirles al oído: Os quiero, y mucho, y quiero con estas palabras que sepáis, Que os estoy agradecido gracias.

En la vida creí, que casi todo sabía, que no podía sentir, como hoy me sentía, es una sensación difícil de contar un dolor que despacito consigo amortiguar. En mi pecho algo me intenta controlar, bloquea mi cabeza, no me deja pensar, es una presión, que a veces congelo pero en la soledad aunque quiera… no puedo. No es dolor de amor no lo es de rencor, ni odio, ni despecho, pienso que es por perder de golpe algo que ya no quiero, pero me dejó un vacío, tan grande… que nubla mis pensamientos. Tengo que amarrar esto que siento en puerto, para poder continuar a pie, andando, ojala corriendo y así poder vivir, así poder sentir en mi cara en viento.

Siempre pensé en acabar pero creo que no he empezado, el caso era empezar pero todo se ha terminado. Cuando crees que seguirá que está todo encaminado, todo se puede acabar y ese volver a empezar es el que me tiene cansado. Vivo con el dolor de haber sido abandonado, huelo y veo ese olor del que mira a un parado, la pena, ese mirar, esos ojos agachados, quiero el que mira al mar y se queda anonadado. Al caer desde arriba, saber que me han matado, me empiezo a levantar, creo que he resucitado. Nunca mirar hacia atrás lo mejor que me ha pasado, solo volver a empezar acabar lo que he empezado.

Felicidad retardada por una edad maltrecha vida andada con andares peculiares, desdibujada por varios movimientos que ponen tierra encima, borrando los momentos. Felicidad encontrada en pequeñas cucharadas, dulces y saladas… personas, miradas, posados, posadas… que pasan caminando, siempre aceleradas, dejando en el recuerdo… el gusto… retornando al mal aliento… a este incomodo asiento de una silla acomodada. Felicidad masticada en una boca sin nada, que sabe disfrutar de los pequeños bocados de pizcas de un paisaje, de besos, de pescados… mares, azules, verdes, dulces y salados. Felicidad de miradas, sitios, claros y caladas, de olores, calores, de comida cocinada, esa que hace sentirte algo… al ser apreciada, dando la vuelta en el acto la tortilla cabreada. Felicidad escondida, que solo esta asustada, quiere ser reconocida, espera ser encontrada, pero es asustadiza y se esconde en unas pinzas, pellizcos, trocitos, migas y migajas, es en pequeñas cosas donde puedes buscarla.

Salto de cama en cama, duermo de flor en flor, recolectando la miel y reteniendo su olor. Danzo de una a otra, bailo siempre a mi son, siempre sin hacer daño, nunca prometo amor, solo uno tacaño, uno que muere en la voz. Voy de puerta en puerta donde se encuentra calor, entro de casa en casa ando buscando el sabor, que me dan dos dulces labios cuando robo su rubor. Salto de rama en rama, mientras me llega el amor, descubriendo la piel, provocando su sudor. Busco de piso en piso, miro portal a portal besos que tengan algo que pierda el paso al andar y me hagan estar borracho, que no me dejen pensar más que en volver a verlos y así dejar de saltar.

A tres grados bajo cero, no siento los miembros, se pierde el tacto, duermen mis dedos, la mirada abajo, observando el suelo, echando con fuerza… un pulso al viento. A tres grados sobre cero, algo o poco siento, el frío me envuelve en mis pensamientos, la prisa me puede, empuja mi aliento e hincha la vela que enfila tu puerto. A diez grados sobre cero, mojado… sudor y lluvia de Enero, ya noto el calor que desprende el cuerpo, en mi esfuerzo… en mi ansia por amarrar en puerto. A Veinticuatro grados sobre cero, acabo de llegar calado hasta los huesos, me dispongo a secar mi vela y mis lamentos, solo con el calor que emana tu fuego. A Treintiseis grados sobre cero, estoy amarrando mi piel a tu puerto, retengo el sabor que me dan tus besos, que tienen el don de parar el tiempo.

Hoy he sabido de ti, después de tanto tiempo, y aunque me obligaban a oír… mi educación, mi buen asiento, solo pensaba en dormir, en matar ese momento que ya no me hace sufrir, pero revuelve sentimientos que empezaban a morir y los quiero más que muertos. Te deseo todo el mal, que se iguale al que me has trecho, que sufras como lo hice y llores como lo he hecho no quiero saber de ti, ni de cómo haces… esto…lo otro…o eso… solo quiero ser feliz y empezar otra vez…de cero, así que debes morir en mi cuerpo y pensamientos. No se te ocurra revivir a través de ti o terceros, jamás vuelvas, ni a querer saber si sí o si no… vivo o muero, si soy o no soy feliz no te incumbe… ni a terceros, vive y se feliz y deja a los demás serlo, estas muerta para mi… desde que decidiste hacerlo. Creo que soy feliz o que lo empiezo a ser por fin después de tantos años sufriendo… en silencio y encima rematado con una bala al pecho, disparada por tu boca y escupida por el tiempo

Dando un paseo por ti, recorriendo tus secretos, memorizando tus pliegues y descubriendo tus huecos, numerando las estrellas que oscurecen tu cuerpo emitiendo las señales que me llevan a tus senos. Caminando despacio, paso corto de dos dedos haciendo que el camino se erice cual cabello por donde claros y luces se me hacen más estrechos y llegan a un final donde escarpan tus senderos. He recorrido veinte veces la piel… y siempre encuentro algo nuevo con lo que puedo hacer sentir, y sentir como me siento, mi oreja sentada en ti oyendo como habla tu cuerpo. Sonidos de un lugar, de calor y suave viento que sopla al rozar mis labios recovecos descubiertos, explorados casualmente al paso tan corto, de las yemas de mis dedos. Espero tardar cien años en llegar a donde quiero, encontrar en la vejez… en el paso del tiempo, nuevos sitios donde ir … que te permitan el sentir, y sentir como me siento.

Casi consigo la suerte de encontrar esa caricia, se me escapó de las manos, se resbaló ese sonido, que temblando tu voz… no arrancó a definirlo, tengo que empujar.... a sacarte, a descorcharte el decirlo, no puede quedar atrás ese momento perdido, quiero oírte decir, quiero que expreses sin más, que soy más que un amigo. Leo delante y detrás de lo que creo que veo, intento recitar dentro de tus miedos algo que haga saltar las palabras que yo quiero, juego a verte bailar las canciones que te entrego para poderlas cantar agarrado a tu cuerpo, dando pasos al compás de las notas de un te quiero. Ahora pienso como hablar, como mirarte al hacerlo, si subir o no el mal, ese egoísmo fatal que siento al desear… al mirar por mi mismo... no dejo de querer que desees tú lo mismo. Rompo con todo al saltar por encima de tu muro con el que al tropezar y romperme las dos piernas una mi vida a tu andar. Solo hace falta que tus labios… de una vez por todas con dos palabras arranquen el momento de empeza

En la esquina de ese cuadro pude observar unas letras, era la firma de alguien que dibujó la veleta, que soportaba un gallo que señalaba el este donde pintado a trazos se observaba la peste. En la esquina derecha había pintado un sol que salido del alcohol de su mano derecha se notaba que el pintor no tenía el calor de la leña, brasero o chimenea estrecha. Al mirarlo siento como la pena pesa, en cada toque, en cada paso del pincel, creo en lo que tuvo y perdió, lloro como el lloró al perder la cabeza por lo que ella se llevó… su niño, su niña, sus piezas. Se que la enfermedad de dos siglos pasados tocó a este pintor y a sus seres amados, lo veo en su rabia que retuerce su ente en el dolor que expresa al enfrentarse a la muerte. Interpreto su dolor al igual que su cuadro, miro como mirar a través de sus manos, es la forma de ver su dolor en mi mismo, la que me hace sentir ver su pintura que en siglos pasados grababa la locura. ¿Que niebla envuelve este lago? Es la que lleva a la gente,

A paso de paso a paso veo claros tus ojitos, antes no los veía solo miraba poquito, ahora veo como son y como pegan saltitos, cuando vienes hacia mí, lenta… pasito a pasito. Estoy empezando a entender lo que dices en tus gritos, a paso de paso a paso pierdo el miedo a tu capricho, ese que creo ser, cuando oigo tus sonidos, susurros de oscuridad silbados en mis oídos. La puerta deja entrever que hay luz en el pasillo, tu sombra quiere pasar y darme lo prometido, a paso de paso a paso se acerca a los tendidos y noto, no se porqué que caeré en lo prohibido. Intento decirme a mí que no quiero ser tomado, que sus ojos y su piel no merecen ser domados, pero sombra no permite que me rija la mente, a paso de paso a paso me empuja hacia su frente. A paso de paso a paso me entrego a tus encantos, tus susurros, tu verdad… matan mi libertad que protegía mi puerta, ya abierta de canto en canto, ya no puede cerrar más, has vencido mis defensas conquistado mi muralla y empezad

Salto por mi ventana esperando frenar el viento y consigo que se frene con los brazos abiertos, mientras caigo voy pensando lo que gano y lo que pierdo, se que estos segundos habrá un momento de arrepentimiento y mientras pienso en quien soy, en lo que tengo y no tengo. Sigo y sigo cayendo y aunque parece un instante veo mi vida pasar como el que resume un cuento, uno de lobos, niños y argumento de los de antes, pero al cerrar los ojos, llegan los buenos momentos. Un poco desordenado se me repite este sueño, solo de vez en cuando, esa noche me despierto entre sudor y espanto a la hora que me empeño en desvelarme y en recordar sufrimiento. Nunca llego al final, nunca veo si me estrello, solo el viento arrancar con su fuerza mis cabellos y en mi cara dibujar con su brocha … sentimientos, que tienden a ir cambiando mientras se acerca el suelo. Lo bueno de no acabar estampado en la acera es que no hay final, que la esperanza se entrega a una vida que acabar… de momento… no llega, que sient

He mirado en tu fuego mientras yo lo avivaba veo como llamea, veo como calienta, veo como tu aliento me quema con su tirada, noto en el color, en el brillo de tu cara como imita al del sol y lo esconde en la bajada de esos ojos que no pueden contener, al mirarme… aguantarme la mirada. He creído en tu pelo que en mis dedos se enredaba, le veo ondear al viento como bandera en su asta, tela de tus colores que expanden tus olores a perfume de lavanda, ese que lleva el aire y penetra en mis entrañas, envenenan mis razones de manera que las matan, haciendo que mis instintos condicionen mi templanza. He probado en tus labios el fuego de tus entrañas, fue besar un volcán y tu saliva… la lava, era calor y sudor lo que sentí en tu piel el que produce el ardor del empacho de la miel de dos labios calentados, por los dedos de las manos que recorren poco a poco para evitar quemaduras… la piel de tu cara, luego tu pecho, la de tu cintura, no controlo mis instintos

El olor que desprende la hierba recién cortada ese color verdoso de sus pinos, de sus hayas, el color azulado estancado de sus aguas, los caminos arenosos serpentean sus enaguas, ese lugar precioso se llama Navacerrada. El sabor de sus fuentes que golpean el granito apagando la sed y encendiendo con su grito la admiración en la cara de mayores y de niños, esto a que me refiero es un lugar sin secretos llamado Navacerrada. Sitio que antes de mí, moraron generaciones, lugar donde crecí y vi crecer a moradores, lugareños y a montones de domingueros con ganas de observar su luz, color y senderos, este sitio de mil moradas se llama Navacerrada. Donde Madrid pone fin, y se ve el final del cielo, cerca del fin del mundo que de joven conocí y mis pies a andar rompí, a conocer sus secretos, a degustar sus mesones… varias veces encontré a varios de mis amores, que sin querer o queriendo los perdí en sus rincones. Donde en invierno se disfruta del frío de una chimenea y

Hola mamá ¿que tal estas? Yo estoy aquí dando tumbos, ahora me voy a emprender, a retomar mi rumbo solo quería saber si me necesitas porque yo siempre querré como buen hijo egoísta tenerte cuando te necesite, cuando no encuentre la pista o me vaya todo mal y necesite tu risa, tu apoyo, el amor que me das sin tenerte que tener que dar… solo el darme a nacer es lo que vale mi mal. Hola mamá, estaba mirando las fotos de un álbum donde aparecemos felices agarrados de tu mano, como me la cogías a mi y a mi hermano, foto sin color pero con un amor que traspasa comprensión, que solo mirarla llena mi corazón… de alegría y nostalgia de un tiempo mejor lleno de la ignorancia que tiene la infancia. Hola mamá solo quería decirte que todo lo que me diste, es tan grande, tan fuerte y es eterno, que no tengo palabras para agradecértelo, que te quiero con locura aunque a veces no te veo, se que en ocasiones han dañado mis palabras, mi actos te han herido, solo qu

Veo en mi pasado el niño enajenado ese no preocupado, que solo pensaba en jugar en bañarse en la piscina recién desayunado, que tenía que guardar ese tiempo inventado una tal digestión de horas imaginadas que no había manera que fueran perdonadas. Veo en el joven de corte despreocupado que solo quería estar con los amigos a su lado con quien poder charlar, reír del futuro, negar el pasado, ese que enamoraba solo con la mirada y que pensaba que eso era una cosa amanerada prefería jugar, saltar, insultar con sus pisadas. Veo en ese Hombrecito que vivió la vida… intensa, de joven infinito, sin llegar a darse cuenta que el paso… pasa, que llega el tiempo de las rebajas que todo lo vivido se queda en eso… recuerdos y a la vez remordimientos por no haber aprovechado un poco mejor el tiempo. Veo al hombre….agachado, intentando remontar todo lo retrasado, igual que un examen de noche estudiado, y que le pesa todo el cuerpo al mirar hacia los lados, ….solo quisiera ser….cerrar los ojos….me gust

Cuando noto que la arena borra las palabras, que escritas con consentimiento, empujada por un viento que susurra tu machada, por el norte y por el este del poblado de tus huestes, donde silva la llamada que hace que se comente que me dejó mi amada. Entonces salto las miradas que miran agachadas corro hacia las zarzas de las calles quemadas por un calor horrible que derrite la madera de una fogata armada por leños recién cortados son mis piernas, tronco, cabeza y brazos. Luego llego a los bares esos curiosos lugares donde nadie vale, todos parecen iguales, todos tienen problemas y todos entran y salen, en ellos confieso mis… tales, allí se ven los retales, se ahogan, y duermen mejor mis males. Se que acabará, no de buena forma Pero siempre quise ser profeta Y luego mártir aunque no tengo metas Solo tengo metralletas en las cañas de Mis bares donde juego a la ruleta.

Miro debajo de mi cama como cuando era pequeño como cuando asustado no podía conciliar el sueño es un lugar oscuro donde me siento seguro porque su estrechez, su frío, olor, su futuro, es efímero, por un tiempo caducado, es el mío, uno que me he creado y otro que se me ha impuesto por una mentira de vida que solo recordar detesto. Paseo por la Nevera recorro sus estantes una y otra vez miro esto… lo otro, fijo la mirada unos pocos instantes y la cierro con el resultado sabido…Sin nada, solo con la sensación de pérdida de tiempo, tener ganas de pararlo y salir corriendo y otras veces acelerarlo y seguir durmiendo. Veo por la ventana como sigue la rueda, como esta encajado el mundo que sigue como está, engrasado, no respeta ni al enfermo, ni al parado, y yo soy las dos cosas, enfermo de razón y parado de corazón. Vuelvo a mi salón donde leo un libro que me evade del montón de cosas, recuerdos, palabras, caricias, mentiras en altares con rosas…blancas,

Siento que la vida nos ha llevado de forma paralela por un mundo despiadado que separado nuestros caminos nos ha juntado cada vez más nuestros lazos que aunque no siempre estuvieron estrechados se que siento mucho amor por ti estés o no a mi lado. Nuestra infancia complicada, todo provocado por la confusión de ser niño, no entender que es ser hijos de padres divorciados mi adolescencia rebelde, estúpida y dañina separo nuestros senderos que hoy vuelven a juntarse aunque sea en la distancia porque te has ido a vivir tan lejos que se, que tan distantes, me produce una sensación de dolor por no tenerte cerca, aunque se que en breve llamaré a tu puerta y que te daré un abrazo… me pierde no tenerte a mano, sabes que siempre, aunque no me veas… tienes un hermano. Se que alguna vez te has sentido traicionado creo que la presión me ha podido querido hermano, el no creer en mi mismo al sentirme limitado me ha hecho ser contigo a veces….malo pero quiero que sepas que todo lo bueno que tengo, lo

Voy por la carretera observando los paisajes, la ventana bajada escuchando a Calamaro, no tengo prisa, solo quiero mirar… ver como el viento se estrella contra mi mano, me da igual cuanto tarde en llegar solo se que cuando sea tendré el mar a mi lado. Siento la soledad del viajero aletargado del calor amodorrado que calienta en mi tejado, del olor apolillado del aire acondicionado, miro con ilusión los campos recién segados. Atravieso una ciudad, varios pueblos me han parado, me han llamado a pasear por sus plazas y solados para luego retomar mi camino hacia el pasado donde siempre recordar es volver a jugar en la playa con amigos, con hermanos; donde crecí y conocí Un amor desconocido, un nuevo sentimiento Que rompió los esquemas me planteó sensaciones y un montón de problemas. Voy hacia donde se esconde el sol que Sonrojando el cielo… me emociona, creo que definirla es difícil, es la sensación de libertad total que siento al viajar, sin pensar en nada, sin atrás mirar. Veo que estoy

El solo proponer como debo o no debo ser, miradas con desprecio causadas por mis defectos, desprecios a las miradas que hieren mis sentimientos, ponte así, mira allí, se así, no hagas esto… es el mayor indicativo de que murió el amor que no quieres verlo, pero sin querer hacerlo, me haces un daño que no merezco, porque yo si te quiero y hacerme sufrir así es cruel, duele mucho y es en vano porque solo lleva a un mal que es peor y no es humano. Humano es el hablar, tratarnos como amigos aunque sea por el tiempo invertido hazlo por el amor perdido que un día fue bravo y fornido y en esto…en nada… se ha convertido, pero su recuerdo bien merece acabar como malos o buenos amigos. Solo el verte ser… un ser mentiroso, un ser despreciable hace que a mi razón mi corazón engañe, no entiendo el porque, ni cuando dejaste de quererme, pero déjame vivir no mates lo que me queda tu recuerdo, mi amor… deja que solo muera. ¿Que comes? , no bebas, no hagas, no digas… ¿Que hac

Soy un Piscis remojado en los brazos de algún mar, entregado a lo que me he encontrado dentro de los momentos que me han proporcionado los sencillos movimientos de los gestos de tu faro. Soy un pez perdido en un río rosado que antes fue amarillo que remonta su caudal para alcanzar su final y morir sin ser mordido donde solo quiere encontrar un lugar donde soñar con las cosas más sencillas entender que es ser feliz con poco o nada y al verte sentir cosquillas. Soy un delfín encerrado en un acuario… en una cárcel de ensueño de la que probablemente sea dueño, tenga su llave, pero donde me siento seguro…donde se que me convertiré en burro por omitir el conocer, que me conozcan, por no buscar la clave. Soy un piscis que soñando hago caso a mis sentidos que vivo en un mar de sonidos que enfocan mi vista y perturban mis oídos confundiendo las pistas que me llevan dando tumbos donde escucho tus latidos. Soy el tiburón que cortada su aleta y devuelto al mar lucha por ver las metas que le depar

Cuando una sonrisa puede transmitir un escalofrío que recorre tu piel, que te quita el mal y oculta el frío, cuando una mirada te dice algo, ocultando pensamientos dando información pero escondiendo sentimientos. Cuando un beso deja entrever…. un sin fin de movimientos, en ese pequeño momento, no pienso, solo siento, no se…. es como el hormigueo de mil hormigas que recorren mis dedos y en segundos llegan hasta mi nuca donde conquistan mi pelo. Cuando el roce de su piel calma la mía, los nervios desaparecen dentro de ella, los evapora con su calor, con su sudor con un abrazo, con un momento en su regazo, es quizá lo que hace mucho…me faltaba, es…. la calma que no encontraba en ningún lado. Cuando miro dentro de su cara, entro por las rendijas de sus ojitos de su piel, de su sonrisa sonrojada veo que me da un placer que no comparo con nada… bueno….es comparable a ser feliz mirando el mar en calma… a ver como se esconde en Sol ahogado entre las aguas… No se que pasará dentro de una semana

No se donde mirar….ahí veo el castigo y allí…..direcciones, sentidos sin sentimientos y allá sentimientos sin sentido….es muy complicado elegir a donde miro….quiero mirar al futuro pero no llego a ser vidente….. no quiero ver el pasado por lo que mejor me giro…..allí veo el presente que tengo….merecido o no, es mío.... Miro en una dirección donde se abre una puerta donde crece un sentimiento, donde encontré un sentido… veamos lo que pasa, que crezca o muera en el camino, espero que se haga fuerte e impulse mis momentos hacia el final de una meta, que tenga mil o dos mil, mejor un millón de letras que hablen… solo….de la felicidad en mis sentidos. Sigo creyendo en mi meta… abrazar, querer, morir… sudar, acariciar, sentir… morder, tener, darlo todo y recibir… Es difícil mirar hacia donde se abren las puertas y más lo es el pensar cual es la que me lleva, cual es la que me llevará a conseguir esta meta, lo importante es pensar que mientras se abran… siempre tendré una por donde cruzar

Mirándome al espejo he visto el reflejo de lo que fui y me asusté, me entro el pánico de ver que soy otro ni mejor ni peor, diferente al que… no conozco, y eso me inquieta, el conocer y en poco dejar de conocerme. Vi mi imagen en el agua, no conocí esa cara, imagen desfigurada no por las ondas del viento sino por el paso de un tiempo que me cambio por momentos, no la cara sino lo que al verla siento, no saber quien es la persona que tengo introducida dentro. Dentro de mi lamento veo la luz de la esperanza que se ve por un agujero que han dejado mis andanzas por un mundo… ya olvidado pero que dejo pisadas, que Digo yo…pisotadas y un brote de hierba fresca la cual espero crezca y crezca e inunde con su verde… mi esperanza. La imagen que vi en un cristal, en un escaparate, me dio ganas de gritar, de correr, de hacer un disparate me dio un miedo atroz el ver en mi cara el pasado un futuro desangelado y un presente desdibujado. Dentro de mi… no miro, solo veo el exterior porque si veo dent

La capacidad de caer y levantarte una y otra vez el poder superar un golpe tras otro perder una, dos y tres veces todo lo que tengo me hace sentir diferente a los demás, mejor no de desde luego, pero peor tampoco solo más duro, más fuerte a lo que venga, no me queda nada, solo yo mismo, y eso…duele endurece mi coraza, me hunde a veces y otras me ensalza, me empuja a saltar al vacío de una fuente, una amistad, un amor…buscado y no correspondido porque me puede el ansia de tener lo perdido, un abrazo, un beso, el ir de la mano, acariciarla dormida, el olor de su pelo, un te quiero verdadero. La ansiedad de llegar a algún sitio la de tener y la de ser tenido, es la que puede un día acabar de una vez conmigo, solo me hace olvidar el estar con los queridos, aunque sus vidas perfectas me recuerdan lo perdido y a solas vuelvo a pensar que lo que soy… es merecido. Se que debo dar vuelta a lo que me ha ocurrido no culpar a la suerte sino mirar en mi mismo ser fuerte, tomar la decisión de girar

Las ganas de sonreír han escapado, la sensación de vivir en un mundo en el que no quepo, es como ser parte de algo, de una canción cuyo estribillo no acaba, no termina y además no se entiende, no encaja con el resto de la letra. Las ganas de sentir se acentúan, un roce en mi piel que la erice, necesito el amor que no tengo, el poderme levantar por una causa que me corte al respirar justo cuando este delante y me haga pensar que es posible encontrar sentido a este librillo. Las ganas de perder me han invadido, no puedo ni venir, ni ir he dejado de comer, se me quita el apetito, de recibir, de dar, de pensar que hacer solo pienso en la canción, en la letra de la vida donde no encuentro cabida. Las ganas de llorar me desbordan, siento que he fracasado…solo creen pocos de Los que están a mi lado y cada día los siento, más y más alejados de una causa perdida que dentro de ese estribillo es la mierda de mi vida.

Cuando la vi me enamoré de su cara, la cogí sus manitas que mi dedo abarcaban, solo sabía reír y eso me emocionaba, era como morir cada vez que lloraba. Luego la vi andar, torpe y pausada, en nada empezó a correr y amar de forma desmesurada, sin pedir nada a cambio solo un abrazo, un beso, una sonrisa en mi cara. Tardó un poco en hablar por culpa de su mal… pero la ayudamos a entender y ahora… no para. Ahora que ya es mayor, tiene más de veinte años, le doy mil gracias a dios por habérnosla regalado. Un día antes de primavera cumple todos los años y se nota en su olor, en su pelo, en sus maneras, es mi pequeña flor, que florece en la ladera del valle del sin amor y opaca todas mis penas.

Me empujan a ser feliz quieren verme contento, yo les contesto: seguro, que llegará ese momento, pero… no lo busco, me da pereza solo quiero dejarme llevar siempre donde me empuje el viento, pero… se que se agota, se que me agoto, que se consume el cuerpo, mi mente, me queda mucho menos… tiempo. Pero quiero ralentizar, tener mis momentos, conocer lo que no pude, no volverme a equivocar, sino buscar y buscar… lento, hasta poder encontrar lo que me haga sentir… feliz… en todos o muchos de mis sentimientos. Se que por mucho quiera y fuerce la situación, vienen las cosas solas, no por más insistir voy a ser más feliz creo que mis orejas, mi vista y mi nariz harán saltar la alarma y erizarán mi tacto cuando llegue la persona por la que Luchar, romper, reír y si hay suerte…amar. Cada día me siento mejor, tranquilo, sereno, con el tazón un poco más… lleno, de lo que se necesita, vuelve a brotar la sangre, a regar mis venas, por lo que…. Creo…. pronto, sin bus