Esperando el Tren


Aquel tren de mil novecientos noventa y cinco,
cercanías rojo que recorría pueblos
peinaba con fuerza montañas y apeaderos
donde nunca paraba… estaban muertos.

No imaginaba que perdería tanto el tiempo,
que uno de estos días me mojaría por dentro,
con lágrimas que matan y sanan al momento,
hierven y evaporan en mi infierno.

El dolor merma poco a poco
y a veces reapareciendo, menos mojado,
lo seca cada paso que doy, tengo la intuición
de que me irá mejor, que no me he equivocado,
las decisiones que tomé han mejorado
mi ser, persona, como… niño madurado.

Aquel tren de mil novecientos noventa y cinco
cercanías rojo… descarriló mi juventud,
no iba a ningún lado, corría hacia el engaño,
se encaminaba al desierto, terminaba en mi salud.

Me alegra haberme bajado…
aunque no quería, me han empujado
caí en marcha y me he levantado,
esperaré tranquilo a que llegue otro,
no tengo prisa hasta que venga voy caminando,
mientras tanto… lo andado me lo he ganado.

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