Ella
Ella duda de mí cuando no estoy presente creo que entiende por qué a veces soy diferente porque empaparse de mí y mis antecedentes se ha tenido que mojar, aunque crea diferente la manera de actuar cuando me encuentro ausente. Ella me quiere anclar, pero deja que me enfrente poco a poco a mis miedos, a la fobia que poseen los vicios que quiero olvidar y ser gente corriente, sus manos me hacen sanar lo que me envuelve la mente. Ella espera por mí y le pido que me espere, que no cambie de rumbo y que navegue de frente, sé que rodeo despacio, serpenteo a su encuentro, solo rezo que paciente me rescate mis adentros. Ella merece todo, lo mejor de lo que tengo, sabe que poco soy, pero tengo mis momentos, eso sí... llenos de todo, repletos de placenteros mimos y sortilegios, de algo que se afianza y embruja con caricias, su sonrisa y su talento. Nado lento hacia ella, sé que voy poco derecho, mientras... se queda quieta, esperando movimientos que le impulsen a lanzar