Monotonía
Desciende del carro que le lleva al huerto,
prefiere parar…reposa un momento,
el fuerte empedrado le rompe los huesos,
y debe labrar y regar su huerto.
Con fuerte tesón retoma su sitio,
aprieta las riendas, fustiga a su Lucio
matando su ego y amor despacito,
revienta por dentro saltito a saltito.
Desmonta del carro, desciende el camino
que abre en su huerto y llena el bolsillo,
con cuatro mil perras que engordan su silo
y dan a la rueda vueltas sin sentido.
Después de diez horas con sol de castigo,
recoge su arado y bebe su vino,
un trozo de pan, otro de tocino
le inyectan la fuerza… retoma su sino.
Le esperan dos horas de viejo molido
de solo escuchar a Lucio y sonidos
de noche cerrada y fríos motivos
que esperan en casa con caldo perdido.
Desmonta su carro con candil sombrío,
empuja a su Lucio a establo vacío
cepilla su pelo hablando a su oído,
calienta su lomo con manos cortadas de sol y rocío.
Despierta con beso el sueño perdido
por años de cosas que rompen cariños,
se tumba y reposa su brazo en cintura
y sueña que Rosa pierde compostura.
No para la rueda que pierde el sentido
temprano despierta…repite destino.
Comentarios
Publicar un comentario