La Torre
Arrastrado por corrientes de pensamientos
insultantes …e hirientes, de corte impersonal
de altivos descendientes que viven del qué dirán
y desestiman a la gente por como vienen y van.
Enzarzado en la lucha contra lo que realmente sientes,
pensativo y fugaz escuchas lo que percibes
como vacío… banal, enrocándote en la torre
donde ves las cabezas de calvicie inteligente.
Abocado al fracaso de lo que emprenderás,
destinado a caer y volverte a levantar,
en tu espalda cansada…las heridas del pasado
no te dejan correr, ni trotar…ni siquiera perdonar.
Cicatrizan las rodillas cuando vuelves a resbalar,
esta vez es otra cosa la que te hace tropezar,
con espinazo dolido por el peso del azar,
ensangrentadas las manos… te vuelves a incorporar.
Esculpido por los golpes que perfilaron tu rostro
maravillas las almenas a las que das sentido,
al esconderte en sus muros helados y toscos
apilados por heridas, levantados con caídas.
Te deseo mejor suerte “mi querido amigo”
que te salgan los dos ases que proporcionen abrigo,
el que te da tu torre y afrontes… un bonito destino
abandones esas piedras en la que te has convertido.
insultantes …e hirientes, de corte impersonal
de altivos descendientes que viven del qué dirán
y desestiman a la gente por como vienen y van.
Enzarzado en la lucha contra lo que realmente sientes,
pensativo y fugaz escuchas lo que percibes
como vacío… banal, enrocándote en la torre
donde ves las cabezas de calvicie inteligente.
Abocado al fracaso de lo que emprenderás,
destinado a caer y volverte a levantar,
en tu espalda cansada…las heridas del pasado
no te dejan correr, ni trotar…ni siquiera perdonar.
Cicatrizan las rodillas cuando vuelves a resbalar,
esta vez es otra cosa la que te hace tropezar,
con espinazo dolido por el peso del azar,
ensangrentadas las manos… te vuelves a incorporar.
Esculpido por los golpes que perfilaron tu rostro
maravillas las almenas a las que das sentido,
al esconderte en sus muros helados y toscos
apilados por heridas, levantados con caídas.
Te deseo mejor suerte “mi querido amigo”
que te salgan los dos ases que proporcionen abrigo,
el que te da tu torre y afrontes… un bonito destino
abandones esas piedras en la que te has convertido.
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